El protagonista: origen (I)

El Evangelio de Marcos, el primer evangelio escrito de los cuatro canónicos, comienza con el siguiente versículo:
1Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios

Parece que Marcos quiere dejar claro desde el principio tanto la identidad como la importancia de Jesús. Sin embargo, en este evangelio no hay rastro de Belén, ni del nacimiento, ni de los Reyes Magos, ni de la virginidad de María, ni del espíritu santo... Bueno, de espíritu santo sí, pero...

9Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. 11Se oyó una voz desde los cielos: "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco"

Es decir, Marcos considera que Jesús se convierte en el Hijo de Dios en el momento en el que es bautizado por Juan (el Bautista). No por su origen, ni por su nacimiento, los cuales Marcos ni si quiera menciona.

Pero aún más inquietante es que cinco versículos antes Marcos afirma que...

4...se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. 

¿Pecados? ¿Acaso Jesús, el Hijo de Dios, era un pecador que necesitaba ser perdonado? Y, ¿qué importancia tuvo Juan el Bautista en aquellos años para ser mecionado en el evangelio de Marcos antes que el propio Jesús y tener un papel tan importante en su historia?

Seguimos.

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